Los desafíos del 2022 y resultados en la industria

El 2022 presentó distintos retos para la industria porcícola nacional derivado del contexto internacional que atravesamos, mismo que generó cambios para todo el sector primario.

 

Uno de los más grandes fue el encarecimiento de los insumos pecuarios, consecuencia en gran medida de la invasión de Rusia a Ucrania, desatando un dinamismo en los costos del maíz, la pasta de soya y el sorgo.

 

A pesar de los estragos que trae esto consigo, los porcicultores mexicanos no pararon y continuaron trabajando a fin de cubrir la demanda de productos de cerdo, además de enfrentar áreas que pudieran amenazar la industria como enfermedades o plagas.

 

La Fiebre Porcina Africana fue una de ellas, en donde Opormex destinó recursos para potenciar la vigilancia sanitaria en puntos de acceso al país, por lo que se ha podido asegurar la sanidad respecto a ésta.

 

Otra buena noticia fue el incremento en el consumo per cápita de carne de cerdo, el cual pasó de los 19.5 kilogramos en 2020 hasta los 23.5 kg en 2022.

 

Sumado a esto, en la industria se han adoptado prácticas productivas sustentables que reduzcan el impacto ambiental y generen un producto de mejor calidad en todos los sentidos.

 

Asimismo, cabe destacar la sinergia creada entre Opormex y organismos internacionales que han permitido el intercambio de conocimiento y experiencias en beneficio del sector.

 

Los retos y desafíos seguirán presentándose a lo largo de los años, pero con ellos, también la oportunidad de hacerles frente y con esto crecer como industria y país, generando más y mejores oportunidades para todos los involucrados.

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